Dicen que cuando deseas algo con mucha fuerza debes dejarlo en libertad, que si vuelve a ti será tuyo para siempre y si no vuelve es porque no te pertenecía desde el principio.
Y sí, te dejé ir, porque en el fondo estábamos predestinados a ser nada, a no ser nada más que aquello que fuimos.
Hacerme la loca se me daba tan bien... porque sabía que esa era la única forma de poder formar parte aunque fuese sólo un poquito de ti.
Y ahora aquí estoy, esperando que el universo premie mi generosidad por haberte dejado libre, por no haber tenido valor de contarte lo que sentía.
Porque no pude contarte nada...
Y sí, te dejé ir, porque en el fondo estábamos predestinados a ser nada, a no ser nada más que aquello que fuimos.
Hacerme la loca se me daba tan bien... porque sabía que esa era la única forma de poder formar parte aunque fuese sólo un poquito de ti.
Y ahora aquí estoy, esperando que el universo premie mi generosidad por haberte dejado libre, por no haber tenido valor de contarte lo que sentía.
Porque no pude contarte nada...
Mucho menos te conté que contigo me sentía protegida, que necesitaba que me callases con besos y me dijeses que todo iba a salir bien. No te conté que soñaba contigo cada noche esperando que al amanecer estuvieras allí, como aquél día.
No te conté nada, porque tal vez no hizo falta...
No te conté nada, porque tal vez no hizo falta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario